Me parece que a veces hay disparadores. Propios o ajenos; personas, canciones, cosas que te pasan o que no te pasan. Se gestan en tu cabeza y crecen, y quieren salir. Así entonces tomo asiento -y es cuando tener una PC es esencial-, porque por lo menos en mi caso, las letras no salen siempre claras. Escribir en ingles para alguien que no sabe mucho no es fácil. Borras y reescribís hasta que lo que queres decir tiene sentido y se conecta con todo. Entonces cierra la idea, y la letra busca ser canción, a veces instantáneamente o un tiempo después, cuando la melodía aparece.
Hay días que la melodía sale mientras estoy probando cosas en la guitarra, y también hay días que la música me persigue y tengo la necesidad de sentarme en cualquier lado tranquilo a escribirla. Un buen recurso para cuando quiero escribir es escuchar buenas canciones. Sentir lo que me pasa con ellas. Los intérpretes pasan a ser amigos entonces; Que buen tema! me escucho decir, y saco la guitarra y tiro acordes y melodías al aire. Esa es una de las formas en las que escribo, y se convirtió en una manera de crear algo, que cuando sale bien, me hace muy feliz.
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